El último rinoceronte blanco macho ha muerto, poniendo a su especie al borde de la extinción, y hay muy poco que podamos hacer al respecto. Ahora debemos recurrir a la tecnología para ayudar a esta especie a sobrevivir.
El último rinoceronte blanco macho ha muerto en Kenia a los 45 años de complicaciones relacionadas con la edad, anunciaron sus guardianes, dejando solo a dos hembras, su hija, Najin y su nieta, Fatu, como las únicas supervivientes de esta subespecie.
Los expertos dicen que la última esperanza contra la extinción es la fertilización in vitro de esperma preservado.
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El rinoceronte, llamado Sudán, había sufrido complicaciones de salud debido a su avanzada edad y cuando su condición empeoró considerablemente, «el equipo veterinario tomó la decisión de practicar la eutanasia», dijo la reserva natural Ol Pejeta en un comunicado.
Sus músculos y huesos se habían degenerado y su piel tenía grandes heridas, incluida una infección profunda en la pata trasera derecha, por lo que ya no podía levantarse, agregaron.
«Todos en Ol Pejeta estamos tristes por la muerte de Sudán. Fue un rinoceronte increíble, un gran embajador de su especie, y será recordado por el trabajo que hizo para crear conciencia mundial sobre la difícil situación que afrontan no solo los rinocerontes, sino también los muchos miles de otras especies que se enfrentan a la extinción como resultado de la insostenibilidad humana. actividad «, dijo el director ejecutivo de Ol Pejeta Conservancy, Richard Vigne, en un comunicado.
«Un día, se espera que su desaparición sea visto como un momento seminal para los conservacionistas de todo el mundo».
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Sudán fue parte de un ambicioso proyecto para evitar la extinción de la subespecie después de décadas de caza ilegal, con la ayuda de dos hembras que todavía están vivas.
Una es su hija, Najin, y su nieta, Fatu.
Sudán era una especie de celebridad que atraía a cientos de visitantes.
Durante una campaña de recaudación de fondos el año pasado, la aplicación de citas móviles Tinder lo nombró el «soltero más codiciado del mundo».
Nacido en Sudán, el país del que tomó su nombre, fue el último ejemplar del rinoceronte blanco del norte nacido en libertad.
Ahora que el último rinoceronte blanco macho ha muerto sólo queda usar la tecnología para que la especie siga existiendo y así evitar su extinción total.
La población de rinocerontes blancos del norte fue severamente diezmada en Uganda, la República Centroafricana, Sudán y Chad debido a la extensa caza ilegal en los años 1970 y 1980, alentada por la demanda de cuernos de rinoceronte para la medicina tradicional china en Asia y por mangos de dagas en Yemen.
Hace diez años, en 2008, el rinoceronte blanco del norte se consideraba extinto en la naturaleza.
Cuatro rinocerontes fértiles, dos machos y dos hembras fueron trasladados del zoológico Dvur Kralove en la República Checa a la reserva Ol Pejeta en Kenia con la esperanza de que condiciones similares a las de su hábitat natural les permitieran dar a luz.
Sin embargo, y a pesar de haber visto apareamiento, no hubo una gestación fructífera.
«Sudán fue el último rinoceronte blanco del norte que nació en la naturaleza. Su muerte es un símbolo cruel de desprecio humano por la naturaleza y entristeció a todos los que lo conocieron», dijo Jan Stejskal, director de proyectos internacionales en el zoológico de Dvur Králové, a la agencia France-Presse .
«Pero no debemos rendirnos». Debemos aprovechar la situación única en la que las tecnologías celulares se utilizan para la conservación de especies en peligro crítico. Puede sonar increíble, pero gracias a las técnicas recientemente desarrolladas, incluso Sudán podría tener descendencia «.
Fuente: Ancient Code