Una nueva investigación ha revelado detalles fascinantes sobre los aborígenes australianos e isleños del Pacífico, que según los expertos, transportan material genético de una especie humana desconocida.
La nueva investigación sugiere que personas de Papua Nueva Guinea y el noreste de Australia tienen restos de ADN pertenecientes a una especie humana no identificada y extinta.
Al parecer, todavía hay mucho que genetistas y científicos no entienden acerca de este momento crucial en la historia humana, y parece que la investigación sobre el tema plantea más preguntas que respuestas.
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Parecen tener marcadores genéticos que indican que son descendientes de una especie humana aún no identificada.
«Nos falta una población, o no entendemos algo sobre las relaciones», dijo Ryan Bohlender, genetista estadístico de la Universidad de Texas, a Tina Hesman Saey en Science News.
Bohlender y sus colegas han estado investigando la cantidad de ADN de los homínidos extintos que los humanos modernos aún llevan en la actualidad. Para sorpresa de muchos, dicen que han encontrado discrepancias en estudios previos que sugieren que nuestra mezcla con neandertales y denisovanos no es toda la historia evolutiva.
Se cree que hace entre 100,000 y 60,000 años, nuestros antepasados emigraron de África, haciendo contacto con otras especies homínidas que habitan la masa continental de Eurasia. Los expertos creen que este contacto dejó una marca en nuestra especie que todavía está presente en la actualidad.
«Nuestro objetivo principal es comprender cómo nuestra raza llegó al punto en que se encuentra, pero para hacerlo, primero debemos estudiar el ADN de las antiguas tribus», explicó Mallick Swapan, científico principal del estudio y experto quien ha estado estudiando los orígenes del genoma humano durante la mayor parte de su carrera.
Explicó que el nuevo estudio reunió los datos genéticos de 142 diferentes poblaciones humanas dispersas en todo el mundo que estaban subrepresentadas en estudios a gran escala hasta el momento.
Según Swapan, la revelación más increíble de este nuevo estudio es que el código genético de los aborígenes australianos muestra que llevan los marcadores de ADN que indican el mestizaje ancestral con una especie «humana» desconocida.
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Después del análisis, los científicos descubrieron que los marcadores de ADN eran distintos de los marcadores de Denisovan, llevándolos a la conclusión de que habían encontrado rastros de una forma completamente nueva de especies humanas antiguas.
Se sabe que los pueblos originarios de Australia son descendientes de las primeras personas que vinieron al continente desde África hace unos 50,000 años.
Se ha supuesto que los aborígenes se aislaron del resto del mundo durante miles de años y, por lo tanto, los científicos pensaron que su código genético sería relativamente homogéneo.
Sorprendentemente, este no resultó ser el caso.
«Las firmas genéticas de un aborigen australiano del este de Australia y el oeste de Australia son tan diferentes como las de una persona de Europa y una persona asiática», dijo Swapan.
La increíble diversidad en el código genético de los pueblos originarios de Australia, además del peculiar marcador genético que indica que se cruzaron con una especie humana desconocida en el pasado, indica que aún queda mucho por descubrir sobre la historia antigua de la humanidad.
